La demanda de hipotecas inversas sube un 40% por la caída de poder adquisitivo de los mayores de 65 años
La demanda de hipotecas inversas se ha incrementado un 40% en los últimos meses respecto a 2021, principalmente por la pérdida de poder adquisitivo de los mayores de 65 años. En España hay unos 9,3 millones de jubilados que perciben una pensión de jubilación media de 1.255 euros al mes, pero más de la mitad de estas personas cobran menos del salario mínimo interprofesional.
Sin embargo, el 90% de estas personas cuenta con una vivienda en propiedad; por eso, «la hipoteca inversa es una solución financiera que permite complementar los ingresos manteniendo la plena titularidad de la vivienda y seguir disfrutando de su uso», explican desde Mas Vida, compañía especializada en este tipo de producto.
En este sentido, el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, apuntó en la presentación de los resultados de la entidad que las hipotecas inversas se pueden llegar a comercializar bien, aunque no es producto masivo. El directivo, además, matizó que éstas cubren una necesidad en España, puesto que se dan dos factores clave: el nivel de vivienda en propiedad es muy alto y el nivel de ingresos es bajo.
Recientemente, la entidad presidida por Ana Botín ha comenzado a publicitar las hipotecas inversas en su catálogo de productos. Santander las comercializará junto con Mapfre, puesto que ambas han creado una sociedad participada al 50% para ello. Actualmente, el banco está recabando datos sobre potenciales clientes a través de su web, donde notifica: «Si deseas que nos pongamos en contacto cuando empiece la comercialización del producto, déjanos tus datos».
Demanda al alza
Julián Franco, socio director de Mas Vida asegura que “la demanda de hipotecas inversas va a seguir creciendo en los próximos meses porque, a diferencia de otras alternativas de financiación, es la mejor fórmula para obtener ingresos sin perder la titularidad ni el uso del inmueble para quienes quieran dejar una parte de su patrimonio a sus herederos”.
Caser inició la comercialización de este producto en 2019 y recientemente ha lanzado una nueva modalidad, de modo que en la actualidad el beneficiario puede optar entre recibir un pago único, una paga mensual o una combinación de ambas.
“A pesar de que estamos notando un incremento en la demanda, estamos muy por debajo de las cifras de otros países; según explica Julián Franco, en el Reino Unido, por ejemplo, se realizaron 45.500 hipotecas inversas durante el año 2019, con un mercado potencial de 8,9 millones de personas”.
Para poder formalizar una hipoteca inversa se requiere tener una vivienda en propiedad y ser mayor de 65 años. Además, una de las ventajas de la hipoteca inversa es que el beneficiario no tendrá que tributar por los ingresos obtenidos en la declaración de la renta. Por otro lado, una vez que el titular de la vivienda fallece, los herederos disponen de un año para vender el inmueble y/o liquidar la deuda.
No triunfan
En principio, en España se dan las condiciones para que este tipo de producto financiero funcione. Puesto que casi el 20% de la población tiene más de 65 años y nueve de cada diez cuentan con una vivienda en propiedad. A esto se suma que las pensiones de los mayores no son muy elevadas.
Sin embargo, desde que se regulara esta figura en 2007, y después de unos primeros años con más concesiones, la firma de hipotecas inversas han caído en picado hasta convertirse en una opción residual, según FIABCI.
No obstante, el sector considera que «es posible que puedan aumentar en los próximos años por la crisis económica y la pérdida de poder adquisitivo, ya que durante la crisis del 2008 fue cuando se registraron los mayores números». Asimismo, a esto suma que «el mantenimiento del sistema público de pensiones es cada vez más complicado, por lo que en los próximos años puede que experimentemos subidas en los préstamos».
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